"Hijos de Santa Ana"
San Marcos. 9,38-43.45.47-48. "El que no está contra nosotros está con nosotros" "Si tu mano es para ti ocasión de pecado, córtatela".
Desde cierto punto de vista, parece que la sociedad actual está de vuelta de todo, y no se asombra ni escandaliza por nada. Por el contrario, se supervaloran publicitariamente ciertos escándalos; un lío de faldas, un hijo oculto que reclama una herencia millonaria, una fuga con gran desfalco económico o un crimen pasional pueden ocupar las primeras páginas de los periódicos o ser noticia de apertura en un noticiero televisivo. Por ejemplo, se mostraba en esta semana el las noticias de la Tv un video clips de una cantante de actualidad con un vestido que mostraba su parte trasera desnuda, y cierto para muchos es normal, o aquella “actriz” porno que tuvo sexo con cerca de 1000 hombres en 24 horas, y para muchos es curioso, un record guiness, pero no un escándalo.
A algunos no les gusta la palabra “escándalo” porque les
parece oscurantista, retrógradas y santurrona. Suena a falta de libertad, a
censura religiosa superada y a morbosa referencia sexual. Sin embargo es
preciso reconocer que todos estamos en medio de una situación de escándalo
activo, continuo y organizado. Es muy serio que la sociedad actual, por
alardear de vanguardista, ridiculice las voces limpias que propugnan una
concepción más seria y digna de la existencia. Hoy, podemos decirlo, se esta
perpetrando un asesinato sistemático contra la inocencia, como lo que decía una niña, que su amigo le mando por el facebook fotos
de una pareja desnuda, y él le decía que era normal.
Todavía estamos a
tiempo de cambiar, dando un giro de ciento ochenta grados, para recobrar los
altos principios que hacen más habitable nuestro mundo y más fraternas nuestras
relaciones; así los más “pequeños” y los jóvenes podrán confrontar la
diferencia que existe entre la alegría que viene del respeto de la vida y la
que es fruto de la explotación y violencia sobre los más débiles.
En el evangelio de este vigesimosexto domingo ordinario, Jesús
nos pide que no escandalicemos a ninguno de los pequeños que creen en él. ¿Qué
es el escándalo? Es un lazo o trabajo, una insidia, un obstáculo que impide
avanzar, una ocasión de pecado. No hay que escandalizar a los creyentes más
débiles, desviándolos del camino de la fe y conduciéndolos a una desorientación
espiritual.
Es cristiano quien quita los obstáculos para caminar hacia
Dios. El gran escándalo de los cristianos debe ser: creer cuando el mundo
ironiza la fe; esperar cuando muchos se refugian en el absurdo; amar y perdonar
cuando se predica la venganza. Cristo es el gran “escándalo” de ternura
infinita que se nos ofrece a todos en el camino de la vida y el que por su cruz
al mundo de sus escándalos.
Que nunca seamos tropiezo para la fe de
nadie. En esta semana, intentemos lograr actitudes que abran caminos a los que
nos rodean, para acercarse a Dios.
ORACIÓN:
Ilumina Señor y
toca mi corazón, para que pueda descubrirte en aquellos que pasan a mi lado y
solo se encuentran con mi indiferencia. Purifícame del egoísmo y de la
comodidad que me encierran en mi pequeño mundo, insensible y ciego.