"Hijos de Santa Ana"
Es una de las figuras más representativas del catolicismo
en la Francia
del siglo XVII.
Fue fundador de la Congregación de la Misión, también llamada
de Misioneros Paúles, Lazaristas o Vicentinos (1625) y, junto a Luisa de
Marillac, de las Hijas de la Caridad (1633). Fue nombrado Limosnero Real por Luis XIII,
función en la cual abogó por mejoras en las condiciones de los campesinos y
aldeanos.
Realizó una gran labor caritativa, sobre todo tras la guerra de la Fronda, una de cuyas consecuencias
fue el incremento de menesterosos en su país.
Una de sus frases más representativas es "los pobres son nuestros amos y señores".
Su festividad se celebra el 27 de
septiembre. Es patrón de todas las asociaciones de Caridad.
Nacido de Juan de Paúl y de Beltranda de Moras, originarios de Tamarite de
Litera. No se sabe
con seguridad su lugar de nacimiento, que está discutido entre Pouy y Tamarite
de Litera. Abelly dio como fecha de nacimiento el 1576, pero la biografía
actual acepta la fecha de 1581, que no fue propuesta hasta 1920-1925 por Pedro
Coste en París.
Según la teoría de Pouy, Vicente de Paúl nació en una pequeña casa rural en
las afueras de la aldea de Pouy (que, desde el siglo XIX, se llama
Saint-Vincent-de-Paul en su honor), a unos cinco kilómetros de la ciudad de Dax, en el departamento de
las Landas,
situado al suroeste de Francia. No existe registro de su nacimiento ya que la
inscripción de partidas no se inició hasta 1648.
Era el tercero de seis hermanos. La modesta condición de la familia hizo
que muy pronto el niño Vicente tuviera que contribuir con su trabajo de pastor
de ovejas y de cerdos a la economía familiar. Pronto también dio muestras de
una inteligencia despierta, lo que llevó a su padre a pensar que podía hacer
una carrera eclesiástica. Cursó estudios primarios y secundarios en Dax, y
posteriormente filosofía y teología en Toulouse
durante siete años. Estudió también en Zaragoza.
Se ordenó sacerdote muy joven, a los veinte años, con la intención de ser
párroco de inmediato y así poder ayudar a su familia.
Los viajes por las tierras de los Gondi llevaron a Vicente a un
conocimiento de primera mano de las lastimosas condiciones de vida materiales y
espirituales de la población campesina, y también del clero parroquial que les
atendía con serias deficiencias. Esta experiencia y su propia evolución
espiritual, cuyos perfiles exactos nos son poco conocidos, le llevaron a una
decisión irrevocable de dedicar su vida sacerdotal, no a la promoción social de
su familia o a la suya propia, cual había sido el caso hasta entonces, sino a
la evangelización y redención de la población campesina y a la formación de sus
sacerdotes.
A partir de esa decisión la vida de Vicente mantiene hasta su muerte a los
ochenta años, en 1660, una línea constante de dedicación a la redención
espiritual y material de los pobres.
Obra
En 1617, sintiendo la necesidad de organizar obras prácticas de caridad en
Châtillon, fundó "las Caridades" (más tarde conocidas como Damas
de la Caridad y ahora llamadas AIC, Asociación Internacional de Caridades).
Durante su vida redactó los estatutos para numerosas Caridades que
surgieron en toda Francia.
En 1625, fundó la Congregación de la Misión, que ejerció como
Superior General de la Congregación hasta su muerte, celebrando reuniones
regulares del consejo, escribiendo sus reglas, dirigiendo las asambleas
generales y resolviendo cantidad de problemas fundacionales, como conseguir la
aprobación de la Congregación por la Santa Sede,
decidir si se debían hacer votos, determinar cuáles debían pronunciarse y cuál
debía ser su contenido.
En 1633, junto con Luisa de Marillac, fundó la Compañía de las Hijas de
la Caridad. Con Luisa a su lado, actuó como Superior General, presidiendo
los frecuentes consejos, redactando una regla y resolviendo la base jurídica,
un tanto revolucionaria, que haría de la Compañía una fuerza apostólica
poderosa en los años venideros.
De 1628 en adelante se fue comprometiendo en la reforma del clero,
organizando ejercicios para ordenandos, las Conferencias de los Martes y
retiros para sacerdotes. En los últimos 25 años de su vida se encargó de la
fundación de seminarios para el clero diocesano, obra que describió como
"casi igual" y en otras ocasiones "igual" a la de las
misiones. Llegó a fundar veinte.
En 1638, se encargó de la obra de los niños expósitos. Según los casos,
asignaba un número de Hijas de la Caridad a la obra y tuvo 13 casas para
recibirlos. Cuando, en 1647, esta obra estuvo en peligro, la salvó dirigiendo
una elocuente llamada a las Damas de la Caridad para que vieran a los expósitos
como a sus hijos.
A partir de 1639, Vicente comenzó a organizar campañas para socorrer a los
que sufrían por la guerra, las plagas y el hambre. Uno de los ayudantes de
Vicente, el Hermano Mateo Regnard, hizo 53 viajes, atravesando las filas del
enemigo disfrazado, llevando dinero de Vicente para auxilio de los que se
encontraban en zonas de guerra.
Tan impresionantes fueron las actividades de Vicente, que el predicador de
su funeral, Henri de Maupas du Tour, declaró: "Poco le faltó para cambiar la faz de la Iglesia".
Vicente se dedicó casi toda su vida a los pobres.
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